LA REVOLEÁ - Sevilla, Sevilla

I

En la semana del 13 al 16 d noviembre desayunamos a diario y tanto la atención de los camareros como la comida recomendable al 💯%.
Somos Canarios y aunque el primer día la chica no entendió lo q era un leche y leche, el jefe le dijo un café bombón,y ya los siguiente días sabía lo q íbamos a pedir.
Buen trato y mejor desayuno.
Cuándo volvamos a Sevilla sabemos dónde vamos a tomar el café y las tostas con aceite de Oliva 😋

María J. G. C.

Cuando vuelvo a Sevilla me gusta venir por aquí. Es una zona estupenda, bonita,muy viva, mucho sol, mucho ambiente. A este bar en concreto he venido muchas veces antes, pero he notado un cambio importante a mejor.
Lo recomiendo.

Elvira M.

Una experiencia excelente desde el primer momento

Hoy hemos ido a desayunar a este restaurante y la experiencia ha sido inmejorable. Pedimos el Desayuno de la Casa y fue todo un acierto: productos frescos, bien presentados y con un sabor espectacular. Sin duda, se nota la calidad y el cuidado en cada detalle.

Además, el servicio fue de 10. El camarero que nos atendió fue simpatiquísimo, siempre atento y con una sonrisa que hizo que nos sintiéramos como en casa.

El local, impecable en cuanto a limpieza, con un ambiente acogedor que invita a quedarse y disfrutar sin prisas. En definitiva, un sitio totalmente recomendable al que seguro volveremos.

restitutio I.

La Revoleá queda situada en un lugar de lujo dentro de la zona centro de Sevilla. Es un local con mucho glamour y encantó si se quiere definir en esos términos.

Zona peatonal y por lo tanto de excelencia para el cliente que busque un lugar donde parar y reposar.

La tapearía fina es su especialidad por lo que podrás encontrar grandes propuestas con ofertas de menú. Esto es de agradecer ya que a grandes rasgos estos incluyen: Bebida, un plato y un café por precios extremadamente aceptables.

Opciones de desayuno, por otro lado, ampliar el servicio para todos aquellos que deseen la consumición en el horario diurno.

Local a escasos metros de la Plaza San Francisco, zona monumental e histórica por excelencia.

Ningún problema de transito de coches en la calle Albareda y magnificas mesas en el exterior con un sillas muy cómodas.

Zona de licores diversos.

Profesionales muy amables.

Es una buena propuesta.

Isa G.

Una pena la experiencia que tuvimos, fuimos el viernes 27 de diciembre a cenar, era temprano, había varios sitios libres,la camarera nos ignoró, y cuando vino a atender fue sin saludar, ni limpiar la mesa ni recoger, y a mala gana, ante la pregunta de si tenían vinos por copas respondió "Supongo...",cuando le preguntamos más cosas siguió la misma línea de pasotismo, mala educación y desinformación, de repente y tras otra pregunta nuestra desapareció sin mediar palabra y al rato vino un camarero, al que cuando le contamos lo ocurrido no mostró signos de sorpresa, nunca nos habíamos sentido tan mal atendidos en un bar, al menos el compañero lo arregló un poco y ella no volvió a aparecer por allí, la comida en general bien, sólo que el solomillo al whisky estaba demasiado fuerte,ignoramos si por mucha cantidad de salsa o por falta de evaporación del alcohol, fue una pena porque el sitio prometía y nos encantaría volver y quitarnos el mal sabor de boca, pero esa camarera nos quitó las ganas, primera vez en mucho tiempo que no dejamos propina

Melani F.

Un sitio con un servicio excelente y con un hambiente super especial, con música en directo.
El camarero Dani un encanto, super simpatico y amable.

Mercedes N. M.

Entramos con ganas de picar algo pero entre el escaso vino , que te cobran casi antes de ponerte la bebida , que depende de a quien le ponen aceitunas o patatas fritas ( tampoco nada del otro mundo )y lo peor de todo el baño una guarrería : sin papel de ningún tipo , sucio tanto el retrete como el lavabo . Esa dejadez y falta de atención al cliente . Es un lugar que o merece la pena y más con la cantidad de sitios que tiene la ciudad

Adrian M.

La comida buena en relación calidad/precio. El ambiente inmejorable, echamos un buen rato después del almuerzo con un chaval con una caja y otro con guitarra.
En relación con el servicio, algo mejorable. Un par de cosas que pedimos, se les olvidaba Alós camareros y la comida vino con un orden un poco raro. Nos trajeron por ejemplo antes unos torreznos que unas papas aliñadas y además todo casi junto, pero bueno, como era un picoteó tampoco nos importó mucho.
Aún así, pasamos un buen rato.