Casa La Vaska - Algameca Chica, Murcia

Laura Peñalver

Es un sitio super especial, un lugar donde te encuentras como en tu casa ya que es eso mismo, una terracita de su propia casa, donde te atienden los dueños.
Toda la comida casera y riquísimo todo, comida como si te la hiciese tu abuela, tanto por cantidad como por calidad! El hombre que atiende super agradable y cercano.
Por supuesto al ser un sitio pequeño es indispensable llamar para reservar, ya que un par de dias antes te pasan el menu(20 euros con tres entrantes a compartir, un plato principal, cafe, postre y bebida) el cual tienes que confirmar antes de asistir. Nosotros comimos Bacalao al ajo arriero, tortilla rellena de magra(SUPER RECOMENDABLE) y almejas a la marinera, de segundo paella de marisco.
Hablando de la zona, un sitio super pintoresco y curioso, muy agradable de visitar, ademas de luego poder darte un baño por la zona muy agradable.
Sin duda seguiremos llendo porque noa encanto!

Jose David Garcia Ruiz (Deivid)

Un paraíso en las cercanías de Cartagena. Después de varios meses intentando reservar, por fin hemos podido disfrutar de una visita a la Algameca Chica y comer en La Vaska.
Sin duda es un lugar peculiar, con un encanto increíble.
El trato ha sido genial, el servicio cercano y familiar.
La comida casera y muy abundante (nos sobró y nos lo pusieron en un tupper para llevarlo). Todo estaba muy bueno, con toques vascos lógicamente sin descuidar lo mediterráneo.
El lugar puede llevar unos minutos encontrarlo pero gracias a la amabilidad de la gente llegamos enseguida.
Parking gratuito a escasos metros.
Un paseo hasta el mirador para disfrutar de las vistas al mar y rebajar la comida es ideal.
No esperen lujos, ni cocina fusión. Pero si comida sabrosa, cercanía, amabilidad y pasar un rato maravilloso y diferente.

Demar

Lugar muy familiar y pintoresco. Comida muy abundante y precio genial. Eso sí, siempre con reserva.

Daniel Abenza

Pues sin duda es un lugar que hay que conocer y en un emplazamiento único. Me ha gustado mucho, volveré y lo recomiendo. La tortilla rellena muy rica y el bacalao espectacular. La experiencia es realmente recomendable, familiar y cercana.

ENCARNACION ROMERO VILLAJOS

Un sitio peculiar y diferente en el que hemos comido de maravilla, todo casero, raciones muy abundantes, materia prima fresca y de calidad y la atención cercana. Sin duda una visita recomendable.

Jose Manuel Aguado

Literalmente es como ir a casa de tu abuela a comer.

Lugar muy acogedor, los dueños son muy cercanos y amables y estás al lado del mar. Comes en la terraza de su propia casa.

No esperes lujos, espera comida muy buena y casera.

Nosotros pedimos tortilla de patatas rellena, pastel de cabracho, almejas al ajillo y arroz a banda. Todo riquísimo.

El menú cuesta 18 euros y acabas llenísimo. Platos muy abundantes.

Repetiré sin dudarlos. Encima después te puedes dar un baño si vas en verano.

Lo recomiendo!!

Salva

Trato excepcional y platos copiosos. Pedimos el menú que te daba a elegir tres entrantes; nosotros escogimos la tortilla de patatas, la ensaladilla y las almejas. Todo esto seguido después de una paella de arroz a banda. E de decir que con la pedazo de tortilla de patatas rellena de bocas de mar cualquier persona podría haber comido y estar más que satisfecha, pero no lo sabíamos. Éramos dos personas, pero podrían haber comido cuatro. Increíble, hambre no pasas. Todo esto sin contar el postre y café el cual iba incluido en el menú junto con la bebida (17€). Te sientes muy acogido, es un sitio pintoresco. El plan es ir primero a bañarte en el arco de la Algameca, ver el pueblo en sí y ya ir a comer para luego salir rodando. Cuando fuimos nosotros la mesa de al lado había venido en kayak. El dueño nos comentó que allí la gente iba en moto de agua, lancha, etc. Nosotros fuimos en coche, pero por dejar constancia de que puedes ir por mar por si te apetece más aventura. Tiene un mapa enorme en la pared lleno de chinchetas, cada chincheta representaba la primera persona que iba allí de un lugar distinto. Había ido gente desde Estados Unidos hasta Rusia. Son cosas que le dan más encanto al lugar y sobre todo los dueños te pueden contar mil anécdotas. Lo recomiendo como experiencia

Jaime Cayuela

Comida casera, abundante y con un trato cercano y excepcional