Bar-restaurante Club social la maestranza de gelves - Gelves, Sevilla

El Bar-restaurante Club social la maestranza de gelves es una opción muy recomendada si estás buscando un lugar acogedor y perfecto para disfrutar de una buena comida en Gelves, Sevilla. Ubicado en la Calle Ibiza, 41120, España, este establecimiento ofrece una experiencia única e inolvidable.

Con una puntuación media de 4.3/5 en 112 opiniones de Google My Business, el Club social la maestranza de gelves es conocido por su excelente servicio y comida deliciosa. Este lugar es ideal para familias y grupos, y cuenta con una amplia variedad de opciones en el menú, desde desayunos hasta cenas, pasando por platos pequeños, postres y bebidas alcohólicas.

Si eres un amante del vino, aquí encontrarás una gran selección para elegir. Además, el restaurante cuenta con opciones sin gluten y vegetarianas, por lo que es un lugar perfecto para todos los gustos y necesidades dietéticas.

Una de las características más destacadas de este lugar es su hermosa terraza, donde podrás disfrutar de una comida deliciosa mientras disfrutas del aire libre. El restaurante también ofrece servicio de entrega a domicilio y para llevar, por lo que puedes disfrutar de su comida en la comodidad de tu hogar.

El Club social la maestranza de gelves es accesible para sillas de ruedas y cuenta con aseos adaptados, por lo que es un lugar inclusivo y cómodo para todos los clientes. Además, el restaurante cuenta con wifi gratuito y acepta tarjetas de crédito y débito, lo que lo hace aún más conveniente.

Si estás buscando un lugar informal y acogedor para pasar una tarde agradable con amigos o familia, el Club social la maestranza de gelves es una opción ideal. Con su ambiente cálido y relajado, este lugar es perfecto para disfrutar de una deliciosa comida y una bebida refrescante.

Opiniones de Bar-restaurante Club social la maestranza de gelves

Clau Ferrer Suero

1/5

La comida es malísima, los filetes de los montaditos son simplemente secos y sin salsas, no sirven a tiempo, pues tardan mucho en servir y ademas el servicio del camarero es malísimo, no le echan cuenta a sus clientes, sencillamente horrible.

Esperanza Portilla Navarro

3/5

He ido con mis nietos ! Se lo han pasado ! Bomba! La comida muy buena ! Y el trato muy bueno .mi nieta se quedó encerrada en el baño pero gracias a un camarero que ka saco enseguida . Fue solo un susto ! Jaja no podía abrir la puerta ! Culpa de mi nieta tenía que haberlo dicho .a nosotros .. casualidad que el un niño la escucho y fue a pedir ayuda ...gracias pequeño .no sé quién fue ...?

El Rincón de CarlosyBea

1/5

Acabamos de estar, el servicio y la comida horribles, un cero. Han tardado en servirnos la comida más de 30 minutos y solo había una mesa con clientes.
Hemos pedido 4 presas con mojo y patatas asadas al punto. La carne la habían cortado en tiras para aparentar que había más cantidad en el plato, pero eran 5 o 6 tiritas de una carne de muy baja calidad, reseca y sin sabor. En vez de patatas asadas nos han puesto patatas fritas con mojo por encima. Cuando hemos protestado porque no nos parecía normal que la carne estuviera cortada en tiras y por no servirnos las patatas asada, el chico que nos ha atendido nos ha respondido muy mal y faltando el respeto.
También pedimos una tapa de papas aliñadas, malísimas. Estaban sosas, tenía agua el plato y a penas tenía aceite y vinagre. Era una papa cocida cortada en trozos muy grande sin más.
No volveremos más y aconsejo que no entre nadie ni para tomar una cerveza.

Ivan M.

5/5

De los mejores sitios para comer que he visitado. La carta es muy variada y además suelen tener fuera de carta. Hay platos tradicionales y un poco de fusión. Forma parte de una urbanización y la piscina sólo es para socios. En el restaurante se puede reservar. El trato y servicio es excelente. No hay escalones ni barreras para acceder ♿️. A 10min. de Sevilla capital. La terraza está cubierta y rodeada de zonas ajardinadas. Recomendable. Calidad-precio excepcional.

Carlos Asencio

1/5

Hemos ido varias veces, los precios bien, la carta siempre incompleta, el servicio en mesa deja que desear. Pero el trato del que lo regenta clama al cielo. Es intolerable o incomprensible con los niños pequeños y estando en un club social, para mí es inadmisible. No pedimos educadores. Solo camareros educados y empáticos. Le he dado varias oportunidades. No repetiré más. No lo aconsejo.

Beatriz Colorado Gordillo

1/5

Me da pena muchísima pena pero ni la comida ni el servicio, tapa de papas aliñás sin sabor y presa con mojo y patatas asadas, sin patatas asadas y encima la presa cortada (desde cuando se sirve una presa cortada, no lo he visto nunca), y cuando le dices al camarero que la guarnición era con patatas asadas y no patatas fritas como aparece en la carta que porqué no lo ha dicho te contesta mal muy mal. Una y no más.

Francisco Sánchez Hebles

5/5

Pedí Presa y estaba muy rica. Soy muy fan de este plato, suelo pedirlo en casi todos los bares y el de aquí me encantó. El servicio muy bueno, el chaval muy simpático. Todo genial en general

Raul GARCIA ROSSELL

2/5

Independientemente de que no se puede esperar que un club social sea el club del gourmet a precios de derribo, y teniendo en cuenta esa perspectiva, mi experiencia ha sido muy decepcionante. La camarera ha sido brusca y se le veía desbordada (a pesar de tener sólo cuatro mesas apenas). La primera sorpresa en la carta. Con la excusa de los precios y del aceite avisaban de una pequeña subida de precios (normal), y de varios platos que ya no servían, entre los cuales estaban alguno de los que quería pedir. Pedimos entre otras cosas carrillada, patatas bravas, musaka, tosta con presa ibérica y mojo picón y lagartitos ibéricos.
A los 20 minutos nos dice la camarera que no tenían carrillada que se le había olvidado decírmelo.
Lo cambio por Musaka
Las patatas bravas, correctas, patatas congeladas con una salsa, punto.
La tosta estaba buena, pero eran dos mini tostitas con dos filetitos pequeños
La Musaka era una Musaka inventada, no estaba mala, pero se notaba recalentada, hecha hacía tiempo.
Y los lagartitos estaban incomibles, literalmente. Dejamos la ración entera sin tocar. Cuando la camarera nos retira los platos, nos pregunta que qué ha pasado, se lo comentamos y no sólo no le da importancia ni alternativa, sino que se lo lleva y nos lo cobran encima.
Y para rematar, nos cobra y se le olvida traer la vuelta.
De traca.
No merece la pena el desplazamiento para ir a tener esa experiencia.