Arazas bar - Broto, Huesca

Luis Ignacio Latorre Muñoz

El bar/restaurante tiene una ubicación espectacular, justo en la desembocadura del río Sorrosal en el río Ara. Suena genial, ¿verdad? Sin embargo, la experiencia no estuvo a la altura de las expectativas.

El servicio fue un poco seco y descortés, lo cual fue un fastidio. Y la comida, bueno, dejaba mucho que desear. Las porciones eran pequeñas y la calidad no era la mejor. Pero los bocadillos eran lo único que valía la pena destacar.

Nani Salas

Costo que diera los buenos días pero al final mereció la pena quedarse.
Tapas muy ricas, la tortilla espectacular.
Las croquetas de jamon increíbles.

Ana Masip

Le pongo una estrella porque no me deja valorar sin poner ninguna.

Para empezar se llama Bar-Restaurante cuando de Restaurante no tiene nada. Lo único que tienen para comer son bocadillos y tapas.

Nos sentamos en una mesa de la terraza comentando que queremos comer (dejando de lado el tiempo de espera hasta que vienen a pedirnos nota) el camarero que viene nos trae las bebidas sin vasos. Pedimos para comer y cuando la primera persona dice lo que quiere y le pregunta si algo más, comenta que no, esperando pasar al siguiente comensal, pero el camarero se retira. Le tenemos que llamar para decirle que los demás comensales también queremos comer.

Nos traen una de las raciones sin haber traído servilletas, manteles ni cubiertos.

Más tarde nos traen los bocadillos, el de lomo queso horrible, no sabía a nada, le faltaba sal y el pan malísimo. El de chorizo ibérico, sin palabras dejo una fotografía como muestra. A parte de que traen los trozos de chorizo sin quitarle la piel (cosa que nunca habíamos visto en un bar-restaurante), uno de los trozos tenía el alambre final del chorizo!!

Normalmente no me da por abrir el bocadillo y mirarlo, pero en esta ocasión si y tuve la suerte de hacerlo y ver el alambre, si no imaginaos. Para denunciar.

La limpieza de los aseos brillaban por su ausencia.

Finalmente, nos cobran 37€ por una tapa de croquetas (4 unidades), 3 bocadillos y 3 refrescos. Un robo.

Un sitio al que no volvería jamás y no recomendaría a nadie.

Nos sentamos porque el sitio que lo rodea te hace querer estar ahí, si no ya abría cerrado si es que no cierra en breve.

Miguel Martínez

Lo único que salvaría de aquí es la ubicación del local, frente al río y en la entrada del camino a la cascada. El paisaje merecía la pena.

El resto, bastante mejorable: un pincho de tortilla con sabor a quemado (de hecho, estaba mejor el pan con tomate que la tortilla), camareros con una apatía total y la necesidad de levantarte a pedir a la barra si quieres que te atiendan más o menos rápido. No es un sitio al que volvería.

Agus C. (brujah82)

Paramos para tomar algo y buenas vistas en la terraza. Muy buen servicio.

Dave LaLo

El restaurante menos concurrido del pueblo, ahora sabemos porque.

Llegamos a las 15.15. Preguntamos por una mesa para comer 4 personas y el camarero nos dice que en 15min cierra la cocina pero que, no obstante, preguntemos en la barra. Así hacemos y nos indican que si, que nos atienden y nos sirven de comer (de ahí las dos estrellas pero realmente apenas merecen una).

Rápidamente pedimos la comida y la bebida para no ser excesivamente molestos.

Traen las cervezas y la ración de croquetas (aún dudamos de cuán caseras son) con unos tenedores.
Ni servilletas ni ración de pan.

Como decía mi abuela:

"aquí primero se come y luego se pone la mesa".

El pan jamás llegó y para las servilletas hubo que robar un servilletero de la mesa de al lado (habiendo servilletas de verdad porque el resto de las mesas las tenían).

Llegan los "torreznos con pimientos de padrón " (dos pimientos, uno chuchurrío, adjunto foto).

Sabrosos pero chiclosos.

Ensalada mixta, sin más.

Las bravas tampoco llegan...

Los camareros desaparecidos....

Tras 20 minutos esperando, me levanto y acudo a la barra para pedir la cuenta. El camarero de la barra me pide que le diga la comanda para ver con qué mesa coincide ?. Tras comprobar cual era y decirle que nos restara las bravas que no llegamos a consumir me da el ticket (también adjunto foto).

Si hubiéramos querido levantarnos y marcharnos sin pagar nadie se hubiera percatado y tendríamos la factura de haber pagado.
Obviamente, no actuamos de ese modo.

Un despropósito de pies a cabeza.

Gaizka Fernández

Local con mucho potencial, por tamaño y ubicación.
Con una gran terraza junto al río y mucho espacio en el interior.
Bravas y croquetas ricas.
Se nota algo de dejadez y falta de motivación.

Alicia

No tienen menú, tienen bocadillos o platos combinados. Muy bien de precio pero un poco escasos de cantidad, estaría mejor que añadieran más comida y cobrarán un poquito más.
Los postres congelados y un poco escasos de cariño, un poco de nata al lado de agradecería.
Los camareros correctos pero desganados.